Gabriel se pinta sosteniendo un lirio, que representa la pureza y la verdad. A veces se le ve con una pluma y tintero, simbolizando su función como comunicador celestial de la Palabra de Dios. También puede vérsele sosteniendo un cáliz dorado que recuerda fuertemente al Grial.
Puede ayudarnos a expresar nuestra verdad abierta y honestamente a respetar y honrar nuestra individualidad; a atender nuestra intuición y nuestra voz interior.
Tradicionalmente Gabriel es el mensajero de la Palabra de Dios. Su nombre significa “Dios es mi Fuerza”. Anuncia el misterio de la encarnación a todas las almas antes de que nazcan. Es el santo patrón de los niños pequeños, y cuida y nutre el niño interior que hay en cada uno de nosotros. Gabriel ilumina el camino hacia la verdad del interior de nuestros corazones, y nos ayuda ver cuál es el sendero correcto a seguir.
Se le conoce como el "Ángel de la Vida", que penetra en los miembros y proporciona fuerza al cuerpo. También es llamado "El que Despierta", "Ángel de los Sueños", "Ángel de Saber", "Ángel de la Anunciación", "de la Resurrección", "de la Piedad"y "de la Revelación".
Al Arcángel Gabriel se le ha contemplado con 140 pares de alas. A él se atribuye, por orden de Dios, uno de los milagros más importantes del Antiguo Testamento, la separación del mar Rojo. En el Islam, Gabriel es "el Ángel de la Verdad". En su capacidad de ángel supervisor, Gabriel es conocido en los cielos como Regente de los Querubines. Es el ángel de todas las buenas noticias.
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