22 marzo, 2006

Mandalas



Mándala (Sánscrito: "círculo"). Los mándalas se encuentran entre los más conocidos iconos budistas del mundo y constituyen tesoros artísticos de esa centenaria tradición. Son, simultáneamente, ejemplo de expresión artística y medio de espiritualidad de la comunidad budista. El estilo y significado específico de cada mándala se explica según la época y la comunidad que lo realiza. Pero todos tienen algo en común: muestran un orden circular con un centro definido. Como iconos sagrados del budismo, pretenden recordar al espectador de la santidad del Universo y del potencial espiritual del ser humano.
Nuestro cerebro responde inmediatamente de manera muy particular a las imágenes que tienen un poder intenso, real e indiscutible; actuando en el campo mental, físico y espiritual. El Mándala es básicamente una representación del Universo, un área consagrada que sirve como receptáculo para los Dioses y como punto de unión de las fuerzas universales.
El hombre (el microcosmos), mentalmente "entrando" en el Mándala y penetrando hacia su centro, es una analogía de los procesos cósmicos de desintegración y de reintegración. El Mándala representa el área sagrada dentro de la que pueden surgir experiencias espirituales. La relación que se establece a través de la contemplación de la geometría del Mándala incita a un estado de meditación que ayuda a explorar los rincones de la psique. Los Mándalas se describen como diagramas del cosmos en un sentido externo y -en un sentido interno- como guías hacia prácticas de meditación. Para meditar con tu Mándala, basta con ponerlo en frente de ti, a la altura de tus ojos a una distancia de aproximadamente 80 cm. En un ambiente tranquilo, en completo silencio, Fija tu mirada en el centro del mismo pero a la vez observando el "todo", Deja que tus pensamientos fluyan sin aferrarte a ellos. En los escritos sagrados del Tíbet se dice que durante la meditación uno debe contemplarse a sí mismo en el centro del Mándala pensando que se relaciona integralmente con el intrincado diseño del Universo. Empezarás a sentir cómo la energía actúa en todo tu cuerpo, incluso alterando estados de conciencia.
Es muy probable que experimentes alteraciones en la conciencia, como la sensación de expansión de la misma. También suele traer "recuerdos" a la memoria conciente que los teníamos olvidados en el subconsciente, tales como traumas de la infancia. Permitiendo que afrontemos tales hechos y así sacar las "trabas" de nuestra mente, para poder superar todas nuestras limitaciones a nivel psicológico-espiritual y enfermedades a nivel físico.
Los Mándalas actúan equilibrando los chakras por medio de los colores y haciendo meditar el lado lógico de nuestro cerebro a través de las formas geométricas sagradas. El Mándala enviará impulsos a la mente interna llegando a los receptores del cerebro donde se procesará y se obtendrá una reacción.
En el mundo tibetano, los mándalas se usan para decorar y santificar templos y hogares; en ritos de iniciación para monjes y gobernantes; y como el foco de visualización del clero y de adoración por los feligreses, así como para fines funerarios, acompañando al cuerpo del difunto durante la cremación.
Los mándalas pueden presentarse en una variedad de materiales a través de diversas técnicas artísticas. Pueden elaborarse con piedras semipreciosas trituradas, pétalos de flores, arroz, piedra pulverizada (mármol, etcétera), papel, textil, hilo, mantequilla y arena pintada. La tradición establece las formas, tamaños y colores de este arte. Los más conocidos por el mundo occidental son los mándalas coloridas del Tíbet y los mándalas de arena, elaboradas por monjes tibetanos. La construcción de un mándala de este tipo lleva varios días y una vez terminada se destruye, para demostrar la impermanencia de la vida.
En términos religiosos, el mándala representa el área sagrada dentro de la que pueden surgir experiencias espirituales. La experiencia de realizar un viaje espiritual en un lugar sagrado forma parte de una de las principales concepciones religiosas del budismo. Así el mándala es un símbolo de crecimiento espiritual cuyo punto central es la mente. El budismo viajó de la India a otras partes de Asia, la tradición de mándalas también llegó a Asia central, China, Corea, Japón y el sureste asiático, hasta Indonesia. Pero el arte de los mándalas floreció especialmente en la rica atmósfera espiritual del Tíbet. De ahí que la mayor cantidad y variedad de mándalas los encontremos en la tradición religiosa tibetana.


Realización de Mandalas por monjes Tibetanos

La construcción de un mándala de este tipo lleva
varios días y una vez terminada se destruye,
para demostrar la impermanencia de la vida.

21 marzo, 2006

Yantra



La palabra sánscrita Yantra proviene del prefijo "yan" que significa "concebir", "concepción mental". Yantra, significa literalmente, "instrumento". Hace referencia a ciertas representaciones geométricas complejas de niveles y energías del cosmos (personalizadas bajo la forma de la deidad escogida) y del cuerpo humano.
El Yantra hindú tiene una función similar a la que posee el mándala del Tantrismo tibetano. Lo que los diferencia es que el mándala tiene un diseño mas pictórico; El Yantra típicamente consiste en un borde cuadrado que incluye círculos, pétalos de loto, triángulos y un punto-raíz central conocido como bindu, representando la matriz creadora del universo y la puerta de acceso a la realidad trascendental.

Un Yantra es un diagrama con Mantras inscritos que ayudan al meditador a purificarse y concentrarse. El Yantra protege y constituye el altar de una Deidad regente. Todos los símbolos, Yantras invocan bendiciones para nuestra vida, meditación y realización. Podemos meditar en ellos. Podemos orar ante ellos y estudiar sus profundos significados, que muestran la gran cultura védica y su maravilloso regalo para el hombre moderno.

Los yantras son antiguos dibujos geométricos. Estas imágenes sagradas son portales a diferentes mundos de luz. La meditación en yantras implica enfocarse en uno de estos diseños. Concentrándonos en un yantra nos conecta con los resplandecentes mundos que representa el yantra, el Yantra es la contrapartida visual del mantra.

El cuadrado es la base estática por excelencia, representa al elemento tierra; incluye los cuatro puntos cardinales y las cuatro dimensiones del tiempo espacio. Tétrada, su cuadrado da dieciséis, número sagrado del Tantra.
Desde lo simbólico, el triángulo representa la tríada; si es isósceles, evoca la armonía, el equilibrio. Con la punta hacia abajo, representa al agua y lo femenino y con la punta hacia arriba representa al fuego y lo masculino.
En cuanto al punto, es Todo; cada yantra se organiza y se estructura alrededor de un punto central, esté marcado o no. El yantra se desarrolla a partir de ese punto y en torno a él y se “lee” desde ese su centro, hacia la periferia o inversamente. El punto es el yantra más denso que se pueda concebir; es energía condensada al máximo.
Otros elementos característicos de los yantras son el círculo y el loto. El loto es la flor tántrica por excelencia y la mayoría de los yantras llevan pétalos de loto alrededor de una circunferencia. La flor encarna también, el principio femenino, la potencia creadora femenina por lo que en toda flor el tántrico percibe un torbellino de energía sutil. Esta energía sutil opera en el cuerpo del tántrico y éste la activa en los chakras (centros de energía); el Tantra las representa con yantras, con determinado número de pétalos. Las técnicas sexuales activan automáticamente estas energías. La importancia de las flores en los rituales tántricos se refleja en Puja (adoración ritual con flores).
En cuanto al círculo, expresa la evolución cíclica de la manifestación y es la forma cósmica por excelencia. Así, cada trazado elemental (punto, triángulo, cuadrado, círculo, flor) es un yantra en sí, pero, combinados, el Yantra forma conjuntos geométricos muy complejos en los que cada figura conserva su simbolismo propio pero cuya unión multiplica su potencia.
Cabe señalar que el yantra último, irreemplazable es el yantra-cuerpo. Con sus planos físico y psíquico, es considerado uno de los instrumentos más poderosos de transformación espiritual. El cuerpo es el centro sagrado de todo ritual, de todo mantra, de toda ofrenda, de toda meditación; no existe otro lugar de peregrinaje ni morada de felicidad semejante al cuerpo. El mejor yantra es el propio cuerpo.

Sri Yantra


El más famoso de todos los Yantras, es el Sri Yantra compuesto por nueve triángulos yuxtapuestos y colocados de tal forma que originan un total de 43 triángulos pequeños. Cuatro de los nueve primeros triángulos apuntan hacia arriba y representan la energía cósmica masculina (Shiva); los otros cinco apuntan hacia abajo y simbolizan la fuerza femenina (Shakti). Estos triángulos se rodean de un loto de ocho pétalos que simboliza a Vishnu. El siguiente loto, con dieciséis pétalos, representa la conquista de la meta deseada, concretamente el poder del hombre, sobre la mente y los sentidos. Encerrando este loto se encuentran cuatro líneas concéntricas que se conectan simbólicamente con los dos lotos. La triple línea que lo rodea se llama la “ciudad de la tierra” (bhûpura) y designa el lugar consagrado que puede contener el universo entero o, por analogía, el cuerpo humano.

08 marzo, 2006

Bendición del Cristo en Llama Violeta.





BENDICIÓN DEL CRISTO
EN LLAMA VIOLETA


Amadísima Presencia de Dios “YO SOY” EN MÍ, Yo te bendigo (3 veces) en nombre de la Amadísima Presencia de Dios “YO SOY” en mí y en nombre de mi Cristo te bendigo el Cristo en …………………………………., te despierto, te saludo y te bendigo, te recuerdo que eres hecho a imagen y semejanza de Dios, que eres uno conmigo en su Divina Presencia, que por lo tanto tu no puedes actuar sino de acuerdo con esa Presencia Divina, que tu eres vida, salud, acción correcta, orden divino, luz amor, alegría, paz, felicidad, iluminación, inteligencia, sabiduría, comprensión, generosidad, Verdad (3 veces), fuerza… Yo te bendigo (3 veces).
Gracias Padre que me oíste y siempre me oyes.

02 marzo, 2006

La Mujer y el Hombre


La mujer y el hombre
El hombre es: la más elevada de las criaturas.
La mujer es: el más sublime de los ideales.
El hombre es: el águila que vuela.
La mujer es: el ruiseñor que canta.
Volar es: dominar el espacio.
Cantar es: conquistar el alma.
El hombre es: el cerebro.
La mujer es: el corazón.
El cerebro ilumina.
El corazón produce amor.
La luz fecunda. El amor resucita.
El hombre es el genio.
La mujer es el ángel.
El genio es inmensurable.
El ángel es indefinible.
La aspiración del hombre es la suprema gloria.
La aspiración de la mujer es la virtud eterna.
La gloria engrandece.
La virtud diviniza.
El hombre tiene la supremacía.
La mujer, la preferencia.
La supremacía significa fuerza.
La preferencia representa el derecho.
El hombre es fuerte por la razón.
La mujer es invencible por las lágrimas.
La razón convence.
Las lágrimas conmueven.
El hombre es capaz de todos los heroísmos.
La mujer es capaz de todos los sacrificios.
El heroísmo ennoblece.
El sacrificio sublimiza.
El hombre tiene un farol: la conciencia.
La mujer tiene una estrella: la esperanza.
La conciencia guía.
La esperanza salva.
El hombre es un océano.
La mujer es un lago.
El océano tiene la perla que lo adorna.
El lago tiene la poesía que lo deslumbra.
En fin:
El hombre está colocado en donde termina la tierra;
y la mujer en donde comienza el cielo.
Víctor Hugo.

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